miércoles, 20 de enero de 2010


EL MENTIROSO

"Copio y pego” algunos fragmentos del artículo titulado: "Atrapar a los Mentirosos”, publicado en la revista "El País semanal", en su sección de psicología...Corrupción, estafas, dobles vidas...Tanto en la vida pública como en la privada, vivimos rodeados de engaños, mentir es fácil, pero las mentiras no duran siempre”...

Sóflocles afirmaba: “Una mentira nunca vive hasta hacerse vieja, el mentiroso no puede esconder y controlar todas sus conductas durante mucho tiempo, mentir no es complicado, lo complicado es aguantar una mentira en el tiempo".


Por lo general la gran mentira se teje con el tiempo, se empieza con un engaño banal, al que le sigue un segundo engaño algo mayor y así sucesivamente…
Al principio no pasa nada y el mentiroso no es detectado, lo que le da “alas” para cometer un engaño todavía mayor en un proceso que no conoce límite, hasta que comete algún error y es desenmascarado…


Alexander Pope decía: "El dice una mentira está obligado a decir veinte más para sostenerla...
El mentiroso habitual se crece hasta que, creyéndose más listo que los demás, relaja el control y baja la guardia, momento en el que comete un desliz y es descubierto" 


El profesor Ekman afirmaba:“La práctica del engaño, así como el éxito reiterado en instrumentarlo, reducirá el recelo a ser detectado”...

Abraham Lincon declaró en una ocasión:“Que no tenía suficiente memoria como para ser un buen mentiroso"...

Y es que el mentiroso en el curso de una mentira suele improvisar respuestas a preguntas no previstas, creando un montón de mentiras adicionales, por lo que deberá tener una habilidad prodigiosa para recordarlas y no delatarse. 
Mentir no es neutro y tiene fatales consecuencias para las relaciones. 
La confianza se teje poco a poco y se rompe con una sola mentira. 
En cuanto al origen y evolución de la mentira en el ser humano el psicólogo De Vries dice: 
“El niño es mentiroso en la medida en que sus fantasías se hacen presentes y las confunde con la realidad. El adolescente lo es cuando su encuentro con el mundo real le causa frustraciones. El joven engaña porque no se ve capaz de afrontar las verdades que le contrarían. El adulto es embustero cuando no ha superado los obstáculos que le ha puesto la vida, y engaña para sentirse el triunfador que nunca ha sido. Y el anciano miente cuando no se perdona los errores que ha cometido a lo largo de su existencia”...
Todos disfrazamos parte de la realidad, pero el mentiroso que miente por aparentar, camufla sin tapujos lo que le disgusta de su vida y de sí mismo.
Si se encuentra con un amigo del colegio, le contará el “carreron” que lleva en su empresa y los hijos tan brillantes que tiene...aunque vivan con su “ex” desde hace cinco años. Su baja autoestima, el miedo a enfrentarse a las propias emociones y la angustia al juicio negativo por parte de los demás, le llevan al engaño. Está obsesionado por inflar su ego, pues teme desilusionar. A este mentiroso es al que se le pilla antes que a un cojo.
Tras una mentira podemos obtener el perdón, pero seremos objeto de sospecha en adelante.
Se necesitarán muchas verdades y mucho tiempo para volver a merecer la confianza de aquel que nos ha engañado, traicionado o mentido.


Nietzsche afirmó:“Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, engañado o traicionado, sino que de ahora en adelante no podré creer en ti”


Recomiendo el libro: “Como detectar mentiras” 
Ed. Paidos, 2005 del psicólogo americano Paul Ekman y que nos ofrece una completa guía de cómo desenmascarar a los mentirosos muy intresante en los tiempos que corren...